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La abrazadera es el complemento o accesorios de nuestro clarinete/saxo que sujeta la caña a nuestra boquilla, manteniéndola en una posición fija. Esto es imprescindible para conseguir una correcta interpretación con nuestro instrumento.

Con el paso de los años han surgido cantidad de materiales y diseños diferentes de abrazaderas, hecho que ha aportado muchas diferencias entre ellas, tanto en el resultado final del timbre o sonido de nuestro instrumento cómo en las sensaciones percibidas por el intérprete, sobre todo estas últimas.

Ya hemos hablado en blogs anteriores de la importancia de todo lo que rodea o acompaña a nuestra boquilla, como los blogs “el compensador o protector de boquilla, ese gran aliado” y “todo lo que necesitas saber sobre boquillas de clarinete y saxofón”. Os los dejo aquí enlazados para que podáis consultar, y ahora ha llegado el momento de hablar sobre las abrazaderas.

La mayoría de los intérpretes de clarinete y saxofón consideran la boquilla como una de las partes más importantes de su instrumento y no están desencaminados, ya que la boquilla junto con todo lo que la rodea, caña, abrazadera y compensador, es el motor principal de nuestro instrumento.

¿Y cuál es la boquilla perfecta? Esta pregunta es difícil de responder, PORQUE no va a existir una boquilla perfecta para todos los intérpretes. Cada músico debe encontrar su boquilla, la que se adecúe a su embocadura, que le facilite la interpretación y obtenga como resultado el mejor sonido posible.

De la boquilla va a depender el sonido final que saquemos a nuestro instrumento, así como la facilidad o comodidad para interpretar. Bueno, de la boquilla y de todo lo que la rodea, como la caña, la abrazadera e incluso el compensador o protector de boquilla, pero también tenemos que tener en cuenta al intérprete. El músico, como cualquier persona, está en constante cambio. Puede que la boquilla y los materiales que en este momento parecen idóneos y funcionan a la perfección, no lo sean en un futuro.

Para aquellos que aún no lo conocen, Ricard Capellino, es uno de los saxofonistas más representativos de nuestro país y de su generación.Conocido por su amplia carrera artística, ha obtenido diversos reconocimientos nacionales e internacionales que han hecho de él un músico valorado no sólo de nuestras fronteras sino también a nivel internacional.

Con actuaciones en París, Burdeos, Helsinki, Berlín, Basilea, Sao Paulo, Santiago de Chile, etc. y actuando en diferentes festivales y salas de todo el mundo, ha realizado conciertos como solista y componente en diferentes agrupaciones de música de cámara. Actualmente pertenece al cuerpo de profesores de música y artes escénicas y compagina la faceta docente, junto a la investigadora e interpretativa, siendo invitado a dar clases y conferencias en numerosos centros nacionales y del extranjero.

Todo ello ha hecho que numerosas marcasreconocidas quieran saber su opinión acerca de sus productos, entre esas firmas encontramos JLV, una empresa francesa especializada en accesorios para saxofón y clarinete de la de la cual Ricard es embajador; por lo que nadie mejor que él, para que nos hable de sus maravillosas abrazaderas.

¿Quieres cambiar tu clarinete o saxofón? ¿Ya has cambiado de instrumento y aún tienes en casa el anterior?

En el Atelier de Celia, además de un magnífico taller de reparación y tienda donde podrás encontrar infinidad de marcas, modelos y accesorios  de clarinete y saxofón contamos con el servicio de compra-venta de instrumentos de segunda mano.

Si estás interesado/a, ¡sigue leyendo!

¿Ya lo notáis? El amor esta en el aire. Hoy comenzamos una semana muy especial en el Atelier de Celia. 

San Valentín está a la vuelta de la esquina y para los enamorados en general y los enamorados de la música en particular, hemos preparado una selección para encontrar el regalo perfecto para tu pareja o ¡para ti mismo/a!

Desde que D’Addario empezó a fabricar cañas en 2004, tras la adquisición de RICO,  la norteamericana es considerada líder mundial en la fabricación de accesorios, invirtiendo en nuevas tecnologías y controles de calidad dentro de la empresa, para conseguir rediseñar todo el proceso de fabricación y así mejorarlo de una manera considerable.

Desde la empresa, están orgullosos de afirmar que cultivan el 100% de sus cañas, permitiendo así controlar todo el proceso desde su crecimiento. Por esto, junto a su tecnología de fabricación, d’Addario ha conseguido crear una de las cañas más consistentes del mercado. 

Las cañas D’Addario nos ofrecen diferentes tipos de corte y varias series que aportan cualidades para poder adaptarse a las necesidades de cada músico. Sigue leyendo el post si quieres conocerlas. 

El nuevo Aurus 7 será de gran ayuda en tus problemas con el Diafragma. El objetivo principal de este Entrenador del Diafragma, como su nombre indica, es fortalecerlo fácilmente, controlando el aire de la respiración. 

Aurus 7 se adapta igual a Clarinetistas como a Saxofonistas, la dificultad de ejercitar el aire acabará utilizando Aurus 7 junto a tu instrumento. 

¿Eres profesional o estás aprendiendo con tu Clarinete y/o Saxo? Aurus 7 puede ser tu accesorio principal a partir de su prueba. No olvides que para un buen avance, necesitarás realizar su uso junto a un metrónomo y un afinador, para conseguir una mejora mucho más rápida. 

Es importante saber elegir bien la Abrazadera con la que tocar, dada la importancia de la misma hacia el resultado del sonido que se producirá. El sonido se genera en la boquilla y la caña, y la abrazadera, por tanto, es la pieza de contacto entre ambos. 

La abrazadera influye completamente en la facilidad para articular las notas. Elegir entre material sintético o metal determinará también tanto en el color como en la proyección del sonido.

Las abrazaderas fabricadas en cuero sintético facilitan un sonido más oscuro y redondo, en cambio, las de metal ayudan a proyectar con mayor volumen el sonido.

No vamos a descubrir nada si hablamos de John Coltrane pero siempre es buen momento para volver a escuchar sus discos y repasar su trayectoria. Es, junto a Charlie Parker, Miles Davis, Louis Armstrong y Dizzie Gillespie, una de las piedras angulares del jazz, cada uno en su época y en su estilo marcó una nueva etapa. Coltrane es el último de ellos, fue él quien dio un paso más en la historia del jazz, el que hizo con sus solos de saxo que ya nada fuera lo mismo. Los virtuosos no son artistas, pero en el caso de Coltrane se unía el virtuosismo de un talento descomunal para la música con una personalidad visionaria e inconformista de permanente búsqueda, de exigencia, de ir más allá. Y escuchando A love supreme todos sabemos lo que eso significa y hasta qué punto llegó él en su exploración. Tan lejos que nadie ha podido seguirle.

Nacido en 1926 en una familia de clase media baja de Carolina del Norte, desde muy niño John Coltrane estuvo relacionado con la música, gracias a su madre que cantaba y tocaba el piano, y a sus abuelos que eran pastores metodistas. La música religiosa y comunitaria fueron los terrenos en los que el pequeño John empezó a desarrollar su talento, primero con el clarinete que tocaba en la orquesta de la iglesia, y más tarde, ya en el instituto, con el saxo. A lo largo de su corta e intensa vida, el saxo tenor y soprano fueron siempre sus instrumentos, aunque en ocasiones tocó el saxo alto, la flauta y el clarinete bajo.