Su amor por la música le viene desde bien pequeña. El entusiasmo de sus padres por querer este arte, que aunque no sean músicos son grandes melómanos, ha hecho que cada recuerdo que tenga ya esté relacionado con la música. Desde conciertos de la Orquesta de Valencia a los propios organizados en casa con un tambor, una melódica y una pandereta.
Desde el comienzo en mi escuela tuve la gran suerte de tener un profesor de música que era extraordinario y fue quien hizo que mi pasión creciera como también animó a mis padres a apuntarme a música.
¿Cuáles han sido tus referentes femeninos?
Además de los referentes internacionales como Sabine Meyer, hay una persona que por lo que representaba, por su gran labor en la docencia y por supuesto ser una brillante intérprete. Ella es Norma Comes.
La vi por primera vez ya acabando mis estudios de enseñanzas profesionales en el centro donde las cursaba. En aquel momento, tenía muchas dudas acerca de mi futuro. Deseaba con todas mis fuerzas unir el clarinete con la docencia, pero mucha gente me advertía que era prácticamente imposible y que fuera únicamente a Magisterio. Para mí, ella fue como un rayo de luz. Amaba como yo enseñar, involucrándose en el desarrollo de cada alumno, y cuando ya la escuché en su primer concierto en el centro me quedé fascinada. Sin dudarlo, decidí que quería ser como ella. Era posible aquello que tanto anhelaba e hizo que aún con más fuerzas persiguiera mi sueño.
Una canción que no dejarías de interpretar.
Meditación de Juan Bautista Meseguer Llopis. Me gusta esta pieza por su naturalidad y sencillez, su carácter íntimo y etéreo, con los que se puede jugar con diferentes timbres y colores que hace aún más bella la sonoridad del clarinete.
¿Cómo definirías tu carrera, has encontrado obstáculos?
La definiría como satisfactoria ya que he podido desarrollar mi vida artística y sobretodo docente. Por supuesto que se han encontrado obstáculos tanto en la etapa de estudiante como ahora en la profesional, pero con determinación y muchísima ilusión por lo que haces todos se superan.
En mi momento actual, mi mayor obstáculo es la conciliación familiar. Es muy difícil ser madre de dos niños pequeños, con todo lo que eso conlleva, y compaginar mi trabajo por horario; porque me gusta mucho enseñar y siempre estoy buscando, preparando, preocupándome por cada alumno e intentando mejorar en mi labor. Y por si fuera poco, este año también tengo un cargo directivo en mi centro. Está siendo muy complicado llevarlo todo con la misma intensidad que siempre pongo en todo lo que hago, pero sin duda alguna me aporta una gran satisfacción personal.
¿Crees que las mujeres necesitan más visibilidad en el mundo de la música? ¿Cambiarías algo?
Creo que las cosas han cambiado mucho y ahora ya no es tan extraño ver a una profesora de clarinete, intérprete, directora de orquesta o cualquier otro cargo en este oficio en nuestro día a día. Aún así, aún queda camino por recorrer y mejorar. Ahora mismo, como ya he comentado, mi mayor lucha por un cambio es por la conciliación familiar. Muchas de mis compañeras o se piden una reducción o tienen, como yo, que organizarse muy bien para poder compaginar. Esto es algo que espero que poco a poco vaya cambiando y, como en otros países como Suecia u Holanda, tu proyección laboral y situación familiar puedan ir de la mano.
Si pudieras tocar o interpretar en cualquier lugar del mundo ¿Dónde lo harías?
Con sinceridad, disfruto interpretando por lo que me daría igual el sitio. Considero que más que el lugar, es sentirse arropada por el público y poder crear un vínculo. No obstante, si tengo que elegir un lugar, Nueva York es una ciudad que me tiene enamorada desde que la visité por primera vez. Por ello, tocar en el Metropolitan, en el Carnegie Hall o hasta incluso aunque fuera en el mismo Central Park sería muy emocionante.
¿Qué consejo darías a tu yo del pasado?
Le diría que volviera a luchar por aquello que más ama, la música y la docencia, pero que disfrutara y se sintiera más libre. En muchas ocasiones, mi autoexigencia hacía mi trabajo o interpretación hacía que perdiera de vista la característica principal de la música que es sentir.
¿Qué les dirías a los futuros músicos que buscan abrirse paso en su carrera musical?
Que no decaigan por que nuestra profesión es muy dura pero a la vez es preciosa. Si sienten y disfrutan con lo que hacen llegarán muy lejos.